Con el regreso de la escuela también vuelve el enfoque en el rendimiento escolar de los estudiantes.
Para arrancar con el pie derecho a la hora de aprender en el salón de clases, se tienen que tomar en cuenta ciertos factores que son claves para el desarrollo académico de los alumnos.
Uno de los más básicos y prácticos es inculcar la lectura a los menores. Los temas no tienen que ser solamente académicos; puede ser algo que le interese al alumno, como asegura la maestra de octavo grado, Marissa Martínez.
Fijar horarios para hacer la tarea y tener un lugar adecuado para hacerla son otros consejos de los expertos.
"Desde el principio se deben establecer reglas en la casa, como dónde van a hacer la tarea, a qué hora... Quizá los padres no pueden ayudar a hacer la tarea porque no hablan inglés, pero al asignar un lugar los ayudan a organizarse", agregó la educadora.
Nancy Soto, psicóloga y consejera encargada de ayuda y de servicios estudiantiles del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles, aseguró que "hay tarea todos los días".
Por eso, ella recomienda asegurarse de que "haya un lugar donde el niño pueda hacer sus labores sin interrupciones".
"Las personas mayores tienen que apagar la tele para que no se distraigan con la telenovela. Los niños todavía no tienen esa disciplina", resaltó.
Los padres, además de asegurarse de que sus pequeños hagan la tarea, también deben de constatar que la entreguen. En algunos casos, dijo Soto, los alumnos olvidan hacerlo. Una manera de contrarrestar esto, dijo la psicóloga, es tener un cuaderno o folder para que los maestros firmen que recibieron la asignación.La comunicación entre padres y maestros también puede ayudar a mejorar el nivel académico de los alumnos. Si el estudiante tiene cierta condición o conducta que lo distrae en el aula, el padre puede comentárselo a sus maestros para que esto no sea un obstáculo a la hora de aprender.
"Si mi hijo es distraído, hay que decirle al maestro que se asegure de sentarlo enfrente de él, o si es muy tímido motivarlo a que participe en la clase", mencionó Soto.
La intervención temprana, acordaron Martínez y Soto, es la mejor manera de luchar contra lo que se puede convertir en un grave problema.
"Si hay un problema, los padres deben de ir inmediatamente a la escuela y hacer una cita con el consejero, un psicólogo o el maestro. Ya que se identifique el problema, tratar de resolverlo. A veces hay servicios gratuitos ya sea mentales o médicos [que pueden ayudar]. Esos son los estudiantes que si no los ayudamos desde el principio, se pueden ver afectados por el resto de su años escolares", aseguró Soto.
La consejera, con 15 años de experiencia, agregó que charlar con los estudiantes sobre sus miedos acerca del año escolar que se avecina es una buena manera de minimizar una actitud negativa o pesimista de lo que vivirán los próximos meses.
De la misma manera, agregó Martínez, se deben de tratar problemas como las bajas calificaciones.
"Las palabras tienen que ser positivas, pero tampoco tantas que quieran tapar el sol con un dedo", dijo la maestra. Agregó que decirle "burro" o usar otras palabras negativas nunca van a ayudar al niño a mejorar. Los regaños, enfatizó, no funcionan.
Cuando las calificaciones son las deseadas, comentó Soto, también se deben usar palabras halagadoras y enfrente de otros familiares para que los estudiantes se sientan orgullosos de su esfuerzo.
Entre hermanos, agregó Soto, es importante dar buenos ejemplos, como ir a la escuela, tener buena conducta y por supuesto, sacar buenas calificaciones
FUENTE: Escrito por Martha Sarabia/La Opinión en impre.com
