JOSE MARIA MORELOS Y PAVON
Nació en Valladolid, actual Morelia, el 30 de septiembre de 1765. Pertenecía a una familia humilde y en su juventud fue vaquero. El historiador Lucas Alamán afirma que la marca que tenía en la nariz se debió al golpe que recibió al pegarse contra la rama de un árbol, cuando perseguía a caballo un toro.
A la edad de 32 años ingresó al Colegio de San Nicolás de Valladolid, en el momento en que el rector era Miguel Hidalgo y Costilla. Concluidos los estudios eclesiásticos, se encargó del curato de Carácuaro; pero al enterarse de la rebelión insurgente pidió permiso para abandonarlo y fue a buscar a su viejo maestro, que en ese momento se dirigía a México. Lo encontró en Charo y lo acompañó hasta Indaparapeo. Ahí, Hidalgo lo instruyó para que se encargara de levantar la revolución en la costa Sur de México.
Las instrucciones establecían levantar tropas por las poblaciones que pasara, embargar los bienes de los españoles para los gastos del ejército y tomar el Puerto de Acapulco. Cuando Morelos regresó a Carácuaro, lo acompañaban 25 hombres mal armados; con ellos se dirigió a Zacatula y luego fue a Patatlán, en donde se le unieron 103 soldados que pudo armar correctamente, porque estando ausente el capitán de milicias del lugar, Gregorio Valdeolivar, obligó a la esposa de éste para que le entregara todo el armamento que tenía.
También se fueron incorporando hombres de todas las rancherías que estaban a su paso, de tal forma que llegó a formar un ejército de casi 30 mil hombres regularmente armados, además de los soldados desertores de los realistas. El ejército de Morelos protagonizó la mejor etapa de la insurgencia.
Morelos se caracterizó por su visión militar; una muestra de su gran estrategia militar fue la noche del 4 de enero de 1811, cuando atacó al jefe realista Francisco Paris en su propio campamento de Tres Palos. El virrey publicó en la Gaceta de México del 18 de enero de 1811 un parte en el que deja entrever el temor de los realistas. Después de este evento, en el Paso Real de la Sabana, Hermenegildo Galeana se incorporó a las fuerzas de Morelos, para convertirse en el primero de sus más leales colaboradores.
En su odisea hacia Acapulco, Morelos fue perseguido por los realistas, quienes tomaron piezas de su artillería y aprehendieron a muchas familias que lo seguían. El 5 y 6 de agosto, ayudado por Galeana y Nicolás Bravo, logró una rotunda batalla que representó 400 prisioneros realistas, de los cuales muchos se le unieron, 400 fusiles, tres cañones y algunas armas blancas.
El 16 de diciembre de 1811, estando Morelos en Izúcar, se presentó Mariano Matamoros, cura de Jantetelco, quien llegó a ser uno de sus más distinguidos colaboradores. La destreza militar de Morelos se dio a conocer en el llamado Sitio de Cuautla, ciudad que tomó el 9 de febrero de 1812, junto con Matamoros y Galeana; ahí se les unió Nicolás Bravo, el sitio fue resistido por los insurgentes hasta el 2 de mayo. En abril de 1812 logra tomar Acapulco, instalando su artillería frente al Fuerte de San Diego.
Además de estratega militar, Morelos tuvo una gran visión política que quedó plasmada en el documento Sentimientos de la Nación, mismo que fue leído en Chilpancingo el 14 de septiembre de 1813, durante la inauguración del Congreso.
El 4 de noviembre se presentó ante el Congreso el licenciado Ignacio López Rayón para ocupar su silla como diputado y el día 6 se elaboró el Acta Solemne de la Declaración de la Independencia de la América Septentrional, dada en el Palacio Nacional de Chilpancingo, la cual firmaron Andrés Quintana Roo, Ignacio López Rayón, José Manuel de Herrera, Carlos María Bustamante, José Sixto Verduzco, José María Liceaga y Cornelio Ortiz de Zárate, entre otros.
Un año después, Morelos junto con los congresistas de Chilpancingo lograron emprender una obra considerada heroica: la promulgación del Decreto Constitucional, efectuado en el pueblo de Apatzingán, estado de Michoacán, el 22 de octubre de 1814. El mismo Congreso nombró un Poder Ejecutivo que recayó en las personas de Morelos, Liceaga y el doctor José María Cos.
La heroica campaña de Morelos concluyó el 5 de noviembre de 1815, cuando al salir de Texmalaca fue atacado por Manuel de la Concha, capturado por Matías Carranco y trasladado a Atenando del Río. De ahí fue conducido a Tepecuacuilco y luego a Buenavista.
El 17 de noviembre el Congreso se dirigió a Calleja para pedirle por la vida del célebre insurgente, pero sordo a la petición ya se había ordenado su traslado a Temixco; pasó a Cuernavaca, luego a Huitzilac, y de ahí a San Agustín de Tlalpan, donde pasó la noche en el convento de Santa Inés.
El 22 de noviembre, a la una y media de la mañana, Morelos fue conducido a la cárcel de la Inquisición, se sentenció su degradación y el día 29 fue trasladado a la Ciudadela; ahí, el 21 de diciembre se declaró sentencia de muerte, fue fusilado al día siguiente en San Cristóbal Ecatepec y sepultado en la parroquia del lugar.
Obras Consultadas
-Lemoine, Ernesto, "La revolución radical: José María Morelos", en Historia de México, 16 v. México, Salvat Mexicana de Ediciones, 1986, t. 10.
-Miquel I. Vergés, José María, Diccionario de Insurgentes, 2ª edición, México, Editorial Porrúa, 1980.
-Sugawara Hikichi, Masae, Cronología del Proceso de la Independencia de México 1804-1824, México, Archivo General de la Nación, 1985, 186 p.
Autor: Rocío Elena Hamue Medina
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