En plena clase de Biología suena el celular de Karen. Es un mensaje de su mejor amiga, se trata de Galilea que le avisa que saldrá temprano de Español y que podrá pasarle algunos apuntes.
Ambas iniciaron el segundo grado y dicen que en la escuela ya les advirtieron los maestros que el uso de celular estará restringido.
Sin embargo, aseguran que para estar a la moda los alumnos pidieron a sus padres incluir en la lista de útiles un nuevo equipo, más sofisticado y hasta con bluetooth.
Acaban de completar los 14 y dicen que están listas para la tecnología, para ciberactuar y participar de lleno en el mundo virtual en el que el resto de sus compañeros de clase se mueven.
“Claro que es injusto que los maestros nos digan que no podemos usarlos en la escuela, quizá esté bien si se pide que no suene en clase, pero creo que los ‘profes’ pueden ponerse en nuestro lugar”, dice Karen Alexia Hernández.
La mayoría trae un celular, por más sencillo que sea, se pueden mandar mensajes y se puede mantener comunicación con las personas que quieres —agrega mientras acomoda en su bolsa de mezclilla algunos bolígrafos que traía en las manos.
Para Galilea Viridiana González lo más “cool” es traer un celular para tomar fotografías y video. “Es lo básico”, dice.
“El celular sirve mucho, para decirle a mi mamá que voy a llegar tarde, hasta para avisarle a Karen que le puedo prestar el cuaderno para que pase unos datos que no anotó en clase”.
Habrá reglas en secundarias
La realidad es que para los adolescentes el celular se ha convertido en un equipo necesario para sobrevivir , los directivos de planteles advierten que habrá reglas para el uso en clase de estos equipos.
Los directivos consideran necesaria la atención de los padres que deben advertir a sus hijos sobre la utilidad del celular. “Queremos que nuestros jóvenes entiendan que los teléfonos (móviles) son para una emergencia, no para jugar o molestar en clase”.
ALGUNOS CONSEJOS
El celular sólo debe ser usado en casos de emergencia y apagarlo en donde esté prohibido su uso.
* Niños y adolescentes podrían vivir hablando por el celular. Una buena idea es contratar un aparato extra y compartir unos minutos con el niño. Limítese a las emergencias.
* Para respetar las reglas en la escuela se debe advertir al niño que puede usar los juegos, pero sólo en horas permitidas por el mismo plantel y retirar el equipo si le desobedece.
* Se debe preguntar al muchacho por las reglas que se imponen en el plantel. En Estados Unidos algunos maestros quitan puntos a los alumnos si el celular suena durante la clase.
* Enseñe al menor los mecanismos para apagar y accionar el silenciador del aparato mientras está en clase.
* Alerta: los preadolescentes consideran al celular como un símbolo de madurez y estatus entre su grupo y adoptan como suya la sofisticación del aparato.
* El teléfono móvil es un método fácil para ubicar y monitorear a los hijos, especialmente si se habla de recoger a los niños o en actividades extracurriculares.
Fuente: Secretaría de Educación Pública Federal/Asociación Nacional de Padres de Familia.
De la página http://www.vanguardia.com.mx/
